12 abr 2009

CHIQUITO


Sólo se necesita el silencio del abandono...


"Cascarita, Chiquito, y la enfermera, conforman el núcleo familiar de esta obra. El hijo intenta descubrir y sacar a la luz un secreto familiar que recae sobre su identidad. Un bebé abandonado, el sarcasmo, la inimputabilidad, la compulsión…. ¿Cómo se entiende? Parecería que nunca terminasen de conocer la verdad por boca de los personajes de “Chiquito” hay algo que siempre se nos escapa y tras ése rastro intentaremos construir o reconstruir una historia… quizá personal."



En un excelente lugar , hablando como espacio para realizar y trabajar hechos y artes escénicas, se desarrolla la obra “Chiquito” de Luis Cano, cuya dirección está bajo la propuesta de Analía Fedra García.



La propuesta expira un espacio muy dinámico y pequeño, donde los objetos y la escenografía, como los personajes no están terminados, es la apariencia que supone que uno tiene; es la falta de continuidad, o tal vez de complemento, ya que hay un vacío que debe ser llenado con dolor o violencia; eso es lo que expira el espacio escénico de la propuesta de de Analía Fedra García.


José Márquez es un actor que trabaja desde un compromiso de oficio, pareciera que contruye el personaje desde las acciones más íntimas de su ser para dar a luz a un fenómeno muy interesante cuyo nombre es Chiquito; un excelente trabajo de interpretación. Élida Schinocca, con otro tipo de oficio y de mecanismo de estudio, o de forma de abordar un personaje y contruirlo nos muestra a una enfermera efímera, dulce y hasta algo inocente en la manera de relacionar y solucionar las situaciones. Martín Urbaneja, si bien no es de mi estilo la forma en que aborda la narración escénica, había una presencia que se manifestaba en los rasgos y gestos, donde nada oculta.



“Chiquito” está los domingos a las 18:00 en La Carbonera, calle Balcarce 998, teléfono: 4362-2651

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