2 sept 2010

MARIANA DIAZ


Un diálogo con la directora de "Las Neurosis Sexuales de Nuestros Padres" sobre su estética y su trabajo


http://neposandkuhl.blogspot.com/2010/08/las-neurosis-sexuales-de-nuestros.html


N.S. Si pudiese definirse cómo lo haría?

M.D. Como alguien que busca incansablemente algo que no sabe muy bien qué es.



N.S. Por el momento,¿qué libro, película, revista y música le encantó o le llama la atención?, ¿por qué?

M.D. Descubrí hace poco a Sigmund Freud, además del padre del psicoanálisis es realmente un escritor genial.



N.S. ¿Cómo llegó a la escena? Es decir, ¿cómo llegó a hacer teatro?

M.D. Tenía 18 años, y hacía rato que estudiaba danza. Tuve la fortuna de ser convocada por Diego Kogan para actuar en una obra. Ni bien arrancaron los ensayos y vi cómo se trabajaba en el teatro, supe que allí era donde quería estar.




N.S. ¿Su estética de trabajo cómo la define?

M.D. Desearía que cada vez fuera menos afectada, más ascética, más prescindente de todo afeite y más cercana a los mínimos elementos necesarios para que ese texto (o pre texto teatral) se materialice.



N.S. ¿La selección del material cómo llega a definirlo? ¿Cómo decide que material puede trabajar escénicamente más que otros?

M.D. El período de elección es lento. Si le eché el ojo a un texto (y a esto llego por intuición y/o azar) no me doy por decidida hasta no haberlo leído por lo menos 20 veces. Si la vez nº 20 me encuentra aún cautivada, entonces… encaro. Recién ahí comienzo a pensar en el elenco y en el equipo de trabajo. Los temas me importan, pero sobre todo tengo que sentirme atraída sensualmente por el texto.



N.S. ¿Qué o cuales son los primeros impulsos o pulsiones para comenzar un nuevo proceso de trabajo?

M.D. La sospecha de que ese nuevo proyecto me puede permitir descubrir algunas cosas...



N.S. ¿el proceso o forma de hacer los ensayos, cómo los lleva y los encara?

M.D. Cada obra es distinta y pide ser ensayada de manera diferente. Depende mucho del material y del elenco en cuestión. En la última, me centré en la búsqueda de “el carozo” de cada situación (“lo que pasa” en cada escena). Trabajé duramente cada escena y cada situación, lo que nos permitió ir entendiendo lo que pasaba en la obra en general.



N.S. ¿En el teatro que busca o hace, el actor que factor o jerarquía ocupa?

M.D. Los actores son centrales en el teatro. Ellos y los vínculos que establecen. Todo el resto es accesorio.

Como directora, busco generar las coordenadas adecuadas que estimulen y faciliten la creatividad y el saber intuitivo de cada actor y el mío propio.



N.S. ¿Por dónde realiza la exploración de su trabajo?

M.D. Exploro en la acción dramática. Creo que la acción es la rectora del todo que conforma la obra. Trabajo incansablemente en la indagación de la acción. Si se halla la acción que pide el texto, se organizan los vínculos y las situaciones. Con la acción correcta se organiza el espacio y hasta se descubren estéticas. Si la obra es buena, y cada uno hace lo que tiene que hacer el universo de esa obra se despliega con naturalidad.



N.S. ¿Los impulsos, la gesta de las imágenes, la poética escénica, cómo la va construyendo?

M.D. Siempre hay una imagen generadora más o menos nítida.

Hay intuiciones, sensaciones, materiales pictóricos afines, a veces músicas y lecturas suplementarias. Siempre hay intereses u obsesiones personales proyectados en el material disparador. La poética escénica se construye con la sumatoria de todo lo previo, el texto y el elemento decisivo que son los cuerpos de los actores accionando en el espacio.



N.S. ¿Un ensayo en particular?

M.D. Todos. Ensayar es la época de mayor riesgo del proceso teatral. Es un período de aventuras. Durante el período de ensayos se vive un proceso alquímico: la trasmutación de la palabra escrita a la tridimensionalidad del espacio vivo.


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