EL HIPO DESAFINADO
K.Ese.Escoria
Ayer me tocó ver otra propuesta de teatro para niños. Lo que no advertían en el programa de mano, es que era teatro para niños esquizofrénicos, histéricos, frenéticos, acostumbrados al ritmo de Bob Esponja, South Park y otros dibujos animados dementes.
Para las personas con un severo y avanzado síndrome de demencia senil prematura, es como una inyección de cafeína en vena. Los muñequitos, adorables y volubles, hicieron un recorrido (a mi humilde percepción) parecido a este:
- El hipopótamo se levantaba y cantaba una canción con un maestro que tenía una nariz gigante y tocaba el piano como influenciado por anfetaminas que viene consumiendo hace muchos meses y no puede dejarlas por falta de ¡FUERZA! de voluntad, entonces cantan y cantan y ¿qué? ¿Qué? ¿QUÉ? Aparece un pescado algo perdido porque vuela pero no le importa y brilla lindo por una milésima de segundo entonces el hipopótamo quiere saltar a una orilla que no alcanza obviamente por su ¡CLARA! y marcada panza y sus amigos patos lo ayudan o no estoy seguro si lo empujan y lo dejan morir pero se van cantando de nuevo en el exacto momento en que el hipopótamo tiene un ataque de hipo que hace que todos salten a los ¡CIELOS! y es justamente en ese momento en que… ¿QUE? ¿Qué? ¡QUE! ¡Quien me mira!? Ah sí, es que como los muñequitos estaban gritando tanto pensé que tal vez yo era el que está con una sobredosis de alguna cosa que me pusieron en el refresco o en el programa de mano y como DECIA el Hipopótamo grita y se lava los dient…y ahora se jabon…y ahora está en el bañ…y se duerme y sueña con ovejitas las que le hacen cantar una de Frank Sinatra o es Frank Sinatra quien sueña que es una oveja (a este punto ya estoy perdido) y hay otro que sueña con otro sueño que es el mismo del hipopótamo que salta al sueño 2 desde el sueño 1 como en una ecuación donde Hipo es igual a Pato si y solo si alguien no pegue un GRITO!!
Cuando los pequeños diablos dejaron de gritar y temblar como epilépticos en Fase 3, me di cuenta que todos alrededor los disfrutaban y tal vez es solo un tema de que el mundo es muy rápido para mí.
Pero eso sí, si uno de esos muñequitos viene a mi casa a intentar cantarme algo, lo primero que haré es inyectarle 3mg de tranquilizante para caballos (o hipopótamos llegado el caso), en su felpuda espalda.
Porque son muñecos y están vivos y cantan y ríen y hacen chistes y les gusta vivir y vuelan y nadan, están vivos y nadie se da cuenta que en realidad son ellos los que manejan a esas personas ahí atrás, son ellos los que los hacen vestirse de negro y moverse como soldaditos, son ellos y están vivos y los niños los aman, Y ¡ESTAN VIVOS!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario