Días antes de la celebración de la ceremonia de los Oscar
de 1961 –la cuarta y última ocasión en la que fue nominado– Montgomery Clift
prepara en su departamento de Upper East Side su regreso a los escenarios
teatrales con La gaviota de Chejov. Ha decidido abandonar su carrera
cinematográfica y escapar por fin de los mandatos de los estudios y del
hostigamiento de los medios de comunicación. Pero antes tendrá que cerrar las
cuentas pendientes con el pasado: el accidente de tráfico que desdibujó su
rostro, los estragos del deseo mutilado, su relación con los compañeros de
profesión, etc.
Por Cliff (acantilado) se pasean no sólo algunos
de los dioses caídos del Olimpo de Hollywood (James Dean, Marilyn Monroe,
Elizabeth Taylor o Marlon Brando), sino también la mirada lúcida y alucinada
del propio Monty Clift, quien logró rescatar del naufragio de su existencia su
posesión más preciada: su oficio de actor.
“Cliff (Acantilado)” es el texto de Alberto Conejero que
Alejandro Tantanian propone en escena de una manera sublime e increíble para
hablar de la encarnación de lo prohibido, de lo vertiginoso, del deseo de hacer lo
que uno quiere hacer, de ir contra la corriente, etc, etc. Es una puesta en
escena muy arriesgada que funciona a diferentes niveles de lecturas y que
invitan a re-conocer y re-encontrarnos con el ser humano dentro del galmour y
el star system.
Tantanian no lleva por un espacio de aparente minimalismo
que está elegantemente bien equilibrado, con imágenes cortadas, completas,
biográficas, con sonidos imperfectamente perfecto, con polvillo del toca disco,
volúmenes que tapan, molestan; todo esto para crear esos climas que nos
envuelven en lo oscuro del alma de Montgomery Clift.
Un espacio que sólo tiene vida en la construcción de un
suicida, de un alcohólico, de un ser sensible, de un personaje que grita representar a Konstantín Tréplev y ser Montgomery Clift a viva voz. Un espacio que muestra el rostro desfigurado y
los ojos de este ser que tenemos que recordar y pronunciar muy bien su nombre: Montgomery Clift.
Nahuel Cano es quien se encarga de encarnar a Montgomery
Clift. Un personaje que parece ser que es agobiado por un dolor y vacío, que
aparenta ese grito silencioso a los cuatro vientos pero nadie escucha, ni
nosotros, el público, ya que sólo es un actor. Nahuel Cano hace un trabajo
sublime, dinámico y con mucha entrega en escena.
Esta
increíble propuesta denominada “Cliff (Acantilado) está todos los sábados a las
23:00, en el Teatro El Extranjero, calle Valentín Gómez 3378, reservas al
4862-7400 o por mail http://www.elextranjeroteatro.com/plays/view/1
ó también compra anticipada en www.alternativateatral.com.ar
Nahuel Cano como
Montgomery Clift
Dirección /
Alejandro Tantanian
Producción ejecutiva / Victoria Murphy
Prensa / Duche&Zárate
Diseño gráfico / Leandro Ibarra
Fotografías / Ernesto Donegana
Asistencia de dirección / Mariano Tenconi Blanco & Gisel Robles
Musicalización / Alberto Conejero & Alejandro Tantanian
Coreografía / Celia Argüello Rena
Video / Santiago Brunati
Iluminación / Oria Puppo & Alejandro Tantanian
Escenografía y vestuario / Oria Puppo