6 jun 2010

LORENA BALLESTRERO


“Me interesa el teatro por el vínculo que hay entre la escena y los espectadores, la presencia”



“Dirige “Baby” de Susan Sontag (ElKafka Espacio Teatral, 2010). Dirigió "POLIXENA Y LA COCINERITA" de Alfonsina Storni (participó en el "Homenaje a Alfonsina Storni" de La Casa de la Lectura - Gob. Buenos Aires, 2008 / estrenó sala en Sede French del IUNA 2009), "LA OTRA" de Javier Daulte (Auditorio APdeBA, 2008) y “CONGA!”, estrenando el texto de Luis Cano “Pieles y corazones” (Espacio Callejón, 2007) y luego inaugurando espacio en la Sede Venezuela, IUNA Artes Dramáticas. Participó como asistente artística en "COQUETOS CARNAVALES" (Sala Sarmiento, CTBA) con texto y dirección de Luis Cano. Trabajó como directora asistente en “MECANISMOS DEL CORTEJO”, Proyecto de Producción Espectacular 2008 de la Lic. en Actuación del IUNA, a cargo de Luis Cano y en “PELÍCANO”, de August Strindberg (Dirección: Luis Cano. Portón de Sánchez 2007-2008).”



En el anterior párrafo, están las palabras que utiliza Lorena Ballestrero para presentar virtualmente su trabajo y dedicación al teatro; sólo tienen que visitar: http://pielesycorazones.blogspot.com/.


El encuentro quedó pactada en el café del Centro Cultural de la Cooperación, quienes muy amablemente no colocaron música hasta que se termine la charla-entrevista. A Lorena Ballestrero no la conocía personalmene, sólo por fotografías y entrevistas. Ella pareciese que me ubicaba fisicamente –no hay como perderse-, ya que vino directamente a mi mesa. Con una linda y colorida combinación, llega al punto de encuentro sin apuros; camina directamente donde estoy sentado, nos saludamos, pide disculpas por el retraso, hablamos mal del tráfico y luego le comento como va a ser el diálogo.


Empezamos con la charla una vez que cada uno tenga su bebida, mientras que hablamos de de su relación con el teatro me doy cuenta que no está grabando el mp3; si uno sabe manejar ciertas tecnologías, perjudica.


Ella empezó desde muy chica a hacer teatro, aunque admite que no hay una influencia familiar, que fue a partir de talleres que surgió el interés. Al conocerla personalmente uno percibe en ella un aire tímido y dulce, pero a su vez hay mucho conocimiento en lo que se dedica y seguridad en cuanto a lo que piensa sobre su trabajo..


Nepo Sandkuhl (N.S.): Concretamente, ¿ cómo llegaste a la dirección?

Lorena Ballestrero (L.B.): Empecé a tener un interés por la totalidad, más allá del esfuerzo que uno tiene, empecé estudiando actuación. Me interesaba como se armaba todo, me interesaba el otro lado también, y...



N.S. ¿La burocracia también? –Interrumpo.

L.B. No. La burocracia... –reimos los dos. Bueno, eso más tiene que ver con la producción. Eso es otro tema, que también están un poco más mezclado; yo no reniego de la producción, porque trabajé en producción; pero boviamente no es lo más disfrutable del mundo. Pero, -piensa. En realidad, cuando empecé a trabajar como asistente de dirección de Luis Cano, empecé a ver como funcionaba ese lugar del director. Trabajando como asistente de dirección, que fue mi escuela práctica, empecé a darme cuenta que me gustaba ese rol, que me daban ganas de hacer mis obras. Y que me interesaba ser director.



N.S: ¿Cómo llegaste a ser asistente?

L.B: En realidad, yo estaba haciendo un taller de producción en el Rojas. Me invita él a hacer una saistencia de producción; era para todo un evento de varias obras; eran obras de artistas que estaban en Fundación Antorcha (...) –me explica lo que es esa fundación-;ahí me tocó uno de los proyectos que era de Luis Cano, “Un quinteto” se llamaba, en el Centro de Experimentación del Colón; ahí yo lo conocí a Luis, trabajando. Depués el me convocó para otra asistencia, una residencia del I.U.N.A, creo que fue - intenta recordar el título- “Excursión”. Así empecé a trabajar con él, como asitente de dirección. A partir de eso, de esa práctica que para mí es fundamental para cualquier director, directora; porque ahí se aprende algo que..., está buenísmo, porque uno puede mirarlos sin toda la responsabilidad de llevar adelante el proyecto, y entonces puede aprender muchísimo.



N.S: ¿A parte de servir café al director?-bromeo.

L.B: Sí –ríe, piensa un poco. No, maté –entre risas-, lo que tomábamos era mate, mate para todos.



N.S: Cuando quieres empezar a trabajr un proyecto, ¿cuáles son los impulsos, las pulsiones? ¿Más allá de lo que quieres decir, qué es lo que te impulsa?

L.B: Me tiene que enamorar el material; y, generarme un gran entusiasmo ese material que está ahí, fundamentalmente, porque a partir de ahí voy a empezar a trabajar, a pensar sobre eso, a encontrar otras relaciones que puedo encontrar con ese material. Con amor y entusiasmo –resume entre risas- son las primeras cosas que me tienen que pasar con ese material, si eso no está, es muy difícil.



N.S: Hipotéticamente, si te agarra un productor del teatro comercial y te propone montar una obra que no te da amor ni entusiamo, pero si dinero –nos reímos. Pregunta capciosa...

L.B: Sí –me interrmupe. En realidad tendría que buscar la manera de encontrar de que me puede enamorar esa obra; de que manera, encuentro yo buscarle la vuelta para que haya algo de amor y entusiasmo; sino, no habría forma.



N.S: Si bien me comentaste que no puedes definirte en una estética, en el teatro que buscas, ¿el actor es la parte principal de la obra o es una herramienta de un todo?, como lo plantea Brecht.

L.B: No, es una parte importante; sí –piensa un poco-, a mí me gusta ser cuidadosa con todo, con la puesta en general, -afirmo con un “claro” ya que se ve eso en su trabajo-; el actor es muy importante, en esto que yo te decía que me interesa el teatro por el vínculo que hay entre la escena y los espectadores ­–ella lo defien como presencia.



N.S: Justamente de lo que hablas, esa presencia, ¿está en los actores?

L.B: Sí –piensa somo explicarme el significado de esa palabra-; hay una parte de la relación fuerte que sucede ahí entre... que es el actor y el espectador.


Luego pasamos a hablar sobre su trabajo “Baby” que se presenta en el Kafka los viernes a las 21:00.


N.S: ¿Cuál es la transposición de códigos, de lenguaje que hiciste, ya que “Baby” es una narración a la puesta en escena?-intento explicar mejor mi pregunta. ¿Cómo fue más o menos el proceso de la dramaturgia?, el proceso de organización que tuviste...

L.B: Al leer el cuento de Sontag, ­ para mí había algo muy teatral, entonces a partir de ahí empecé a pensarlo como sería llevarlo a la escena, lo que traté de hacer –piensa-, es como hacer para generar en el espectador lo que a mí como lectora me generaba la lectura del cuento, eso fue lo que yo traté de llevar a escena; tal cual estaba yo no modifiqué las palabras, no corte ninguna parte, ni cambie el orden, no modifiqué la estructra del cuento. Traté de ver, en qué lugares encontraba yo que podía desde la escena, organizar la escena, lo que es para mí la dramaturgia, la dramaturgia escenica tiene que ver con la organización de la escena; con la organización de la totalidad: del actor, de la escenografía, espacio, luces, música. En realidad a mi me interesaba poner en esa escena ese relato. Entonces, no se si hice transposición, no transposición, si elegí los lenguajes; te cuento más como lo hice, como fue llevado ese proceso de trabajo, por el interés del texto que me parecía muy teatral. En todo caso las decisiones escénicas que yo tomé fueron: elegir tres parejas de padres, elegir las edades distintas; el cuento está escrito en una primera persona plural, en nosotros, todo el tiempo; entonces había que ver en escena quienes son esos nosotros, ¿cuántos son? Yo lo que hice dramatúrgicamente es organizar en escena a quien le tocaba en cada parte y que progresión tenía en escena, que progresión tenía en escena ese material, texto que no es dramático.



N.S: Una pregunta capciosa. ¿Cuando hablas de coro te refieres a organizar como un coro musical, o la concepción que tienen los griegos?

L.B: Coro como voces de mucho, no se música específicamente, me gustaría saber. No se teoría musical, no lo pensé de esa forma, como los griegos. Sí, como voz de muchos, de varios, que en algún lado puede representar a las personas.



N.S: Cuando hablaste que el texto es muy teatral, ¿a qué te refieres que el texto es muy teatral?, ¿cómo tú lo defines?

L.B: Sí, por ahí es una definición rara; porque en realidad no es un texto teatral. Par mí tenía esa posibilidad de ser llevado a escena.



N.S: ¿A eso te refieres con “texto es muy teatral”?

L.B: Sí, tiene esa posibilidad de ser llevado a escena. Y, era undesafío también; porque eran cosas que cuando yo pensaba cuando lo leía; pero, no era un texto teatral, dramático –nos reímos. Ahí es donde empieza el juego, a ver como a uno le va.



N.S: Por la musicalidad que se produce en escena, por los seis actores, ¿lo pensaste desde un principio en que “ese nosotros” eran tres parejas o fuiste investigando?

L.B: Una vez que decicdí que iban a ser tres parejas, recien ahí empecé a convocar a los actores. Eso sí, trabajé con el texto. Trabajé viendo ¿cómo organizar para que hubiera una progresión?, al tener la idea de que iban a estar todos en una línea. Musicalmente, había que ver ¿Cómo iba saltando “esto” de unos a otros? Había otras cosas que fui yo trabajando con el texto, se los dí a los actores; algunos textos ibamos probando, algunos no funcionaban para tal o cual porque de hecho me parecía que no funcionaban, se los cambiaba. Sí, para mí la musicalidad en la palabra está presente todo el tiempo; para mí, ellos eran un coro; ese coro sonaba porque la música era la palabra y casi la acción estaba en la palabra.



N.S: Hablaste del amor y del entusiasmo. Ya tuviste eso con “Baby”, te enamoraste de “Baby”. Y ahora, ¿qué hago?

L.B: Yo busco mucho en el texto. A mi me gusta elegir un texto de un autor que yo crea que es noble, y poder buscar mucho en el texto. Y, cuando estoy perdida vuelvo al texto, ¿y ahora qué?, vuelvo a leer el material; vuelvo a tratar de entender como funciona ese material; tratar de sacar de ahí pistas para probar alguna cosa...

Sí, por suerte aún en la desesperación, en la angustia y todo eso –nos reímos- no pierdo el entusiasmo; entonces crece la angustia, la desesperación; el entusiasmo queda chiquitito, y yo trato de -entre mofadas-; El amor aguanta.

Buscarles las pistas ahí, en esa obra. Que estamos trabajando y a partír de ahí, volviendo a leerla, trabajando con los actores y el resto del equipo creativo.

Por dónde está yendo bien, o hay que volver a buscar otros caminos porque hay algo que no está funcionando.



N.S: La inmovilidad en la propuesta, la imposibilidad de acciones físicas en...

L.B: Eso es todo un tema –me interrumpe zagasmente- Era muy difícil para ellos. Al principio, me parece, que lo sintieron como : “esto no se puedo, esto no se puedo”.

Pero la idea espacial fue una propuesta que yo les hice. Al principio, era muy rigurosa para poder encontrar para haber si había sistema, si funciona. Y una vez que eso estuvo, esta propuesta que estén sentados y pudimos ensayarlo, yo quería encontrar con ellos unos personajes que fueran personas. ¿Cómo hacer para que no se notara la construcción de personajes?; y, uno puede ir a ver que les pasara esto. Que no le veamos una construcción covencional teatral de un personaje. Que uno puede pensar que los vio en algún lugar. Así hay algo con el vínculo con el espectador, desde que estos personajes eran persona.



N.S: ¿La elecciones de los actores?¿Por rasgos físicos?, ¿por la experiencia?

L.B: Me llevó bastante tiempo convocar a los seis. Yo no hago casting. Fui buscando a ver a quienes les podrçía interesar esta propuesta y además que fueran actores actores –se sonríe. Que tuvierna cierta experiencia que les permitiera probar, probar eso que yo les proponía, que en un principio era un poco raro. Era un texto y no una obra, que la idea de coro, que la idea que entre todos lo vamos a contar, era algo raro –se mofa un poco sobre lo dicho, silencio.

Para mí es muy importante la elección de los actores, porque eso permite que uno pueda ir por el camino bien –enfatiza la última palabra-; o acercarse lo más posible donde uno quiere llegar. Así que les fui convocando, sí, casi de a uno. Después de buscar que habían hecho, si sólo les interesaba actuar, o si alguien me recomendaba que viera a tal, cual actor.



N.S: A nivel puesta en escena, ¿cuánto tiempo más o menos tradaron en armar...?

L.B: Empezamos a trabajar en julio del año pasado. Trabajamos hasta noviembre, principio de diciembre. Luego nos fuimos de vacaciones... Nos encontramos a fines de febrero; así que sí... me llevan un tiempo las obras. Empecé a ensayar con cada uno de ellos, después me tocaba con las tres mujeres...



N.S: Por separado –le interrumpo.

L.B: Sí, por separadao. Después todos juntos. Sí, fue un proceso de mucho detalle.



N.S: Para estos personajes... persona –corrijo mientras nos reímos- que buscas en escena ¿te basas en películas?, ¿en la calle?

L.B: No hubo nada de eso. Estas palabras que ustedes –los seis actores- como dicen, les sea propias. Era tratar de encontrar en los actores como eran ellos diciendo esas palabras. Trabajé muy bien con todos los actores y toda la gente que trabajó en la obra.



Con algunas bromas de más, con la educación que llegó nos despedimos después de hablar un poco más sobre el teatro general.