6 oct 2010

FLORENCIA NAFTULEWICZ


LA DORA QUE IRRUMPE SOBRE LA NEUROSIS



N. S: En este momento, ¿como se define, usted y su estética?

F.N: No me puedo definir. Se me hace difícil, y mas explicar mi estética. No se, la verdad.

N. S: ¿Tiene alguna filosofía en el teatro que nos quiera compartir?

F. N: Mi única filosofía es poner el cuerpo en el escenario y jugar. No creo en las filosofías del teatro. Es subir y hacer.


N.S: ¿Cómo llegó a la escena? Es decir, ¿cómo llegó a hacer teatro?

F. N: A los 6 años pedía en casa que pongan videos de Enrique Pinti y otros, me pasaba hora sentada frente a la tele mirando esos videos de comedias musicales. Después me encerraba en mi cuarto y reproducía todo lo que me acordaba. Así pase toda mi infancia. Hasta que a los 12 años le dije a mi mamá que quería estudiar comedia musical. Me anotó en la escuela de Ricky Pashkus. Estudie un año en la escuela. Ahí me di cuenta que lo que quería realmente era actuar. Así que deje la comedia por el teatro.


N.S: ¿Hay trabajos que le gustó y que hubiera querido ser partícipe?

F.N: ¡Por supuesto!... ¡Toda obra que me gusta, o que disfruto de ver, o leer! ¡Lo que quiero es estar arriba de un escenario! Cada vez que veo algo que me gusta o grandes actores haciendo grandes cosas, me dan ganas de subir y estar ahí. No puedo especificar por qué me pasa constantemente. Y tengo el deseo de trabajar con muchos actores.



N.S: ¿Cómo decide que material puede trabajar? La elección del proyecto

Generalmente no lo elegimos los actores. Uno se tiene que adaptar a lo que le ofrecen o a lo que surge. No siempre tenemos la posibilidad de elegir

Cuando la tengo me fijo en la obra, que me pasa cuando la leo. Cuando leo un material que me interesa al instante me doy cuenta por que empiezo a imaginar todo acerca de la obra.

Creo que es una sensación interna que me cuesta explicar



N.S: En este caso particular, ¿cómo encontró el personaje? ¿Cómo fue la búsqueda?

Fue un proceso muy largo e intenso. Ensaye todos los días durante varios meses.

Fue un proceso hermoso por que no tratamos de “hacer” nada, ni de llegar a ningún resultado. Creo que el objetivo era investigar, trabajar, hacer, jugar. Nunca me divertí tanto en un proceso de búsqueda.

Era jugar constantemente sin prejuicio con mis compañeros. Poner el cuerpo y ver que pasa… y eso es lo que más me gusta. Así llegamos a Dora.


N. S: ¿Qué o cuales son los primeros impulsos o pulsiones para comenzar un nuevo proceso de trabajo? ¿Por dónde realiza la exploración de su trabajo?

F. N: Creo que tiene que ver con la respuesta anterior. Nunca quise armar un personaje. Fue una búsqueda mía interna. La búsqueda fue trabajada con total verdad. Y poniendo el cuerpo, sin pensar, ni juzgar nada.



N.S: ¿Los impulsos, la gesta de las imágenes, la poética escénica, cómo van construyendo?

F. N: Todo es un proceso, un camino que se va generando. Llega cuando tiene que llegar con trabajo.



N. S: ¿Un ensayo en particular?

F. N: En este momento no podría decirlo. Porque se me vienen muchos ensayos, o casi todos. Por que realmente fue un placer. En todos o casi en todos, se encontraban cosa nuevas.

Investigábamos, discutíamos… realmente un placer….. y más cuando se tiene un equipo de trabajo extraordinario. Y actores y una directora que son un placer.



LAS NEUROSIS SEXUALES DE NUESTROS PADRES

Sala: CELCIT, Moreno 431

Informes: 4342-1026


www.neurosissexuales.com.ar



EL PASADO


APARIENCIA Y REALIDAD


Por: SATINE


EL PASADO es el primer texto de Sánchez que toma contacto con el mundo de la burguesía y atraviesa el tema del amor ilegítimo en el seno de una familia de fuerte poder económico. En la trama, el accionar de la madre desencadena la tragedia que irremediablemente desvanecerá moralmente el universo de una familia acomodada.

En la puesta de Julieta De Simone los personajes masculinos son transformados en femeninos haciendo visible una familia matriarcal en donde las normas impuestas por los hombres –ausentes, en este caso- son asumidas y llevadas a la acción por las mujeres.


La obra pone de manifiesto cómo los preceptos morales, los valores y conductas de cuatro mujeres vinculadas por un lazo sanguíneo, son puestos en duda; y a la vez que se cuestiona esa base aparentemente sólida que rige sus principios de clase, se evidencia la distorsión de un presente que se construye sobre la infortunada elección de un pasado bochornoso. La interacción entre ellas se articula a partir de lo no dicho; lo que se refleja en el andar de los cuerpos, que magistralmente sostienen el peso de lo inconfesable y el temor que les produce el escándalo social.


La elección y disposición de los objetos que consolidan ésta singular puesta realista, configuran desde el detalle exhaustivo, una propuesta espacial muy interesante. Los personajes se esfuerzan por mantener el prestigio y fortalecer la apariencia legitimada por su condición de clase e intentan ocultar detrás de sus pertenecías, el estado de decadencia en el que se encuentran y el desvanecimiento de su moral. Hacia la última escena se torna insostenible seguir encubriendo la verdad y resulta imprescindible quitar el velo, mirar de frente a la realidad y aceptar la repercusión de ese oscuro secreto.



Florencio Sánchez nos proporciona un lenguaje muy cuidado, preciso, refinado y culto que está en consonancia con el ambiente burgués logrado en escena; se corresponde con el estatus social y con la intención de demostrar cierta superioridad fundada en los privilegios de clase. Pareciera que a través de la adjetivación y de la construcción de frases, las palabras refieren las pasiones manteniendo una distancia prudente. Como si éstas no se quisieran impregnar de esa bajeza e ilegalidad de la que tienen que dar cuenta.



Las actuaciones están muy bien logradas; se entrelazan en una totalidad orgánica que se contempla en lo visible así como también se percibe en las acciones internas de cada personaje. Es interesante ver cómo los cuerpos, en constante tensión, se trasladan en el espacio mediante movimientos frenéticos, representando el impacto que produce el choque con ese límite que fue atravesado de manera irremediable. La propuesta del director incluye poner a la vista del espectador el cambio de vestuario y el estado de las actrices fuera de escena, invitándolo a ser testigo de la “transformación” que experimentan al aceptar que les suceda lo que el texto propone.

“El Pasado” está los viernes de septiembre, octubre, noviembre y diciembre a las 21. Apacheta Sala Estudio, Pasco 623.

Actúan

Roberta Blázquez Caló

Luciana Cruz

Mercedes Torre

Sabrina Zelaschi

Ficha Técnica

Diseño de iluminación: Leandro Crocco

Diseño y realización de vestuario: Lara Sol Gaudini

Diseño y realización de escenografía: Paula Molina

Diseño sonoro: Christian Silvosa

Producción: La Compañía Filodramática

Dirección: Julieta de Simone