Las actrices en su esplendor.
Kevin Quitapenas
Lo que más me gustó de la obra escrita y dirigida por Rafael Spregelburd, fue la dirección de actrices (lo pongo así porque eran más que los hombres). Muchas en escena, muchas energías, muchos personajes, muchas situaciones y sin embargo, todas distintas, todas radiantes. El orden y la capacidad escénica de 11 personas, fue un espectáculo que me hizo vivir una buena experiencia teatral.
Del texto, no fue lo que más me gustó de este autor de quien he leído otras obras más interesantes a nivel estructural. El autor, como siempre, jugando con la forma de las cosas, con la imposibilidad del lenguaje y con ciertos símbolos que nos remiten a ideas completas, como el incidente en Acassuso, lugar inventado, imaginario, imposible y por lo mismo único y con la capacidad de ser un todo.
Es una denuncia, es un reencuentro, es una manifestación del estado de las cosas, es un humor negro que no resuelve nada y sigue planteando interrogantes. Y son estas interrogantes las únicas respuestas a las anteriores. Por lo mismo no dejamos de buscar, de recordar momentos y atmósferas creadas en la obra, nos sumergimos en un nuevo mundo pseudo realista de Rafael Spregelburd, de la mano de sus actrices (a cuál más genial), sus actores y su impecable dirección.
Para entrar al mundo de Acassuso, lo encuentran en el Andamio 90, los días sábados a las 20:00 y los domingos a las 19:30, Paraná 660; teléfono 4373-5670.
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