La inocente forma de ser diferente
Dora ha vivido medicada por una incierta enfermedad mental. Su madre y un nuevo doctor cambiarán el rumbo del tratamiento. Dora -en estado de abstinencia química- descubrirá ahora que sus deseos pueden guiar sus actos. Esto desorganizará dramáticamente a los que la rodean, precipitando un desgarrador final
“Las Neurosis Sexuales De Nuestros Padres” de Lukas Bärfuss bajo la dirección de Mariana Diaz es un trabajo intenso dentro de la cotidianidad de la vida de una familia. Con el artificio minimalista que caracteriza al teatro se presenta a Dora y todas las vicisitudes que tiene ella para ser libre.
“Las Neurosis Sexuales De Nuestros Padres” está siendo develada ante el espectador de una forma inocente cuyo fondo, que no expone en manifiesto la brutal verdad, no queremos saber a ciencia cierta de que se trata; hay un misterio que ronda, un misterio que si lo revelamos nos sentimos desnudos y descubiertos como espectadores, ya que todos tenemos algo de Dora.
“Las Neurosis Sexuales De Nuestros Padres” es una puesta y propuesta escénica que va mucho más allá del simple divertimento, como también de las infinidades lecturas que se puede crear y encontrar al espectar esta obra.
Es un trabajo honesto, de mucha carga emotiva, con tránsitos y energías que los actores: Silvina Katz, Mario Petrosini, Aldo Alessandrini, Celeste Monteavaro, Pablo Lambarri, Leandro C. Caamaño, nos brindan a cada momento. Sin olvidar el performance, la sutileza de juego y el nivel de interpretación de Florencia Naftulewicz que tiene a Dora en la piel.
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