
“La Bahía de San Francisco” hace teatro con el “mecanismo” en si mismo. La puesta en escena funciona –su mecanismo de procedimiento- con la misma puesta en escena, para crear un hecho teatral, que surja desde la teatralidad. Más allá de estas terminologías pos(t)estructuralistas, o de intentar explicar algo, o el buscar el bendito “¿qué quiso decir?”, puedo afirmar que “La Bahía de San Francisco” es una puesta aparentemente sencilla, es un trabajo minucioso y sobre todo, es una propuesta que surge, al mismo tiempo, de la absoluta improvisación como de la rigidez de una puesta.
Laura Acuña y Fabián Gandini, quienes con mucha entrega y energía, están en constante disposición y apertura ante la situación, están constantemente involucrados en el juego real, que ellos mismos crearon y ellos lo hacen hasta las últimas consecuencias; toman y hacen aparecer delante del público el artificio de la teatralidad, que a su vez es real.
Fabián Gandini maneja las luces, crea en ese mismo momento el espacio. Laura Acuña registra “el aquí y el ahora” a través del sonido y prueba en ese momento como está saliendo; ambos calculan el tiempo, que hasta ese momento no sabemos porqué razón; piensan, meditan, dicen un texto que depués será repetido en off algo que fue dicho ren vivo y hace momentos atrás.
Accionan con el cuerpo. Poco a poco, los corporeo se vuelve protagonista. La energía y la entrega es transformada hasta llegar a este trabajo maravillosamente impregnante y espectacular denominado “La Bahía de San Francisco”.
En resumen, este trabajo magnífico que impregna e impresiona, podrá verlo los domingos a las 21:00 en Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, resrevas al 4862-0655.