8 mar 2009

Esa barrera natural.


"Las descentradas"


Colaboración: Kevin Quitapenas



Antes de comenzar, admito que no soy un fanático del melodrama. En general es un género que me provoca una barrera emocional, es decir, que como espectador, me cubro ante la exageración y prefiero bloquear mi respuesta.


En la obra “Las descentradas” la actriz Carolina Tisera, por momentos logró sacarme la barrera de espectador ante un melodrama y transformó su actuación en algo mucho más profundo y elaborado, riguroso y muy bien trabajado. Mi problema fue que no alcanzó con esta fabulosa actriz para sacarme del todo de mi posición de defensa.


Me pareció que el resto de las actuaciones todavía necesitan madurar para llegar al nivel de Carolina Tisera, este desnivel es marcado y perjudica la propuesta. Cuando se plantea que los actores van a interactuar y reaccionar de forma “natural”, es necesario un trabajo muy duro para lograr completarla, porque al entrar en esta convención casi cinematográfica, como espectadores tenemos que “creerles” todas las reacciones. No era el caso de los demás actores y actrices en escena.


El realismo de la puesta en escena, es a veces descuidado en sus detalles. Elementos como un bastón que no tiene razón de ser o golpes que no se ven “como” golpes o una pistola que no tiene peso real en la escena y parece una de juguete, por nombrar algunos, son los detalles que se tienen que cuidar para crear un efectivo realismo escénico.


Y otro elemento que me pareció exagerado en el segundo acto fue el de la música. Un constante piano que trataba de crear una atmósfera de misterio y traición, lograda en un principio, pero posteriormente llegaba a cansar.


Me gustó muchísimo el primer acto y sus dos espacios, uno que nunca se ve y se intuye y otro que es donde suceden los conflictos, en realidad nosotros vemos el “detrás de la fiesta” y esto se transforma en algo más importante que el evento principal. Está muy bien logrado este diálogo de espacios en la propuesta escénica.


Y el texto es un rescate de otro tiempo, es una forma de encarar el amor, los conflictos entre la política y la aristocracia, la amistad burguesa y tantos otros temas que atañen al hombre desde siempre.

Disfruten de LAS DESCENTRADAS, de Salvadora Medina Onrubia, obra dirigida por Adrián Canale.

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